martes, 16 de septiembre de 2008

EN EL PEGGY GUGGENHEIM




En la terraza del museo hay expuesta una escultura muy particular del artista de vanguardia italiano Marino Marini: un caballo con un jinete que tiene las cuatro extremidades extendidas. Para destacar el éxtasis, Marini le añadió un pene erecto, que Peggy podía atornillar o quitar según la sensibilidad de sus invitados. Hoy en día la escultura luce el falo en todo su esplendor, y a juzgar por el pulimento se ve ve que es una atracción irresistible. Yo ya conocía el museo y la estatua de una visita anterior, así que decidí hacer un zoonin y darle un toque personal.

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