lunes, 23 de marzo de 2009

RELOJ Y LIBÉLULA





Si dijera que no siento debilidad por las libélulas, mentiría. Me parecen unos insectos con unas posibilidades infinitas para la macrofotografía. Sus alas, sus patas como garfios, esos ojos (o miles de celdillas que parece que te observan a cada instante). La protagonista de esta serie la encontré en la calle. Permanecía inmóvil, aún cuando traté de acercar mi mano para atraparla... no se inmutó. El motivo no era otro que tener un ojo dañado (si te fijas un poco lo puedes ver). Así que se viene conmigo y tras varias vueltas a la cabeza pensando cómo inmortalizarla, éste es el resultado. Así y todo, cuando terminamos la sesión retomó su vuelo y desapareció. Y aunque sea una tontería si que me gustaría dedicar esta serie a todos esos incondicionales de la fotografía... Va por ustedes.

1 comentario:

Juanjo Alonso dijo...

Muy guapas, esas fotos del "El Dragonfly del tiempo".