El otro día recibí una llamada telefónica. Era una voz entrecortada, pero segura y firme. Intenté que desistiera del propósito de su mensaje. Era demasiado tarde. Me pedía que acudiera con mi cámara a una serie de edificios emblemáticos de la localidad en donde vivía...
sábado, 14 de abril de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario