No es usual que te encuentres en un jardín japonés muy lejos de Asia. Buenos Aires cuenta con uno como escape a ese caos de tráfico y edificaciones. Es un lugar ideal para desconectar. Creado en 1967 ( vaya, otro cuarentón) con motivo de la visita de los príncipes herederos de Japón a la ciudad. Es de diseño Zen, (la cascada por ejemplo representa el origen de la vida y todos sus elementos tienen una razón de ser en él). Me comentaba Claudio, un amigo argentino afincado en la isla desde hace muchos años, que allí fue donde le hicieron sus fotos de boda. Pues para que tus recuerdos sean imborrables, aquí tienes una imagen para que la visites cada vez que quieras. La panorámica es una unión de cuatro fotos. Y no olvides pinchar en ella para verla mayor.
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